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Portada abril de 2006

Por: Carlos Eduardo Corral Macías
Otras pruebas de laboratorio
Dos de las pruebas más importantes y que semejan el uso de un zapato son las de resistencia a la flexión (acción de doblarse) y a la abrasión (desgaste debido a la fricción). La primera se mide con un flexómetro, máquina que dobla la suela miles de veces como cuando se flexiona al caminar. Así se puede observar cuando se forman orificios en la suela.

La segunda prueba se hace con un abrasímetro, un equipo que somete a una suela de hule al contacto con una lija giratoria que le provoca un desgaste y los resultados permiten ver si después de éste, la suela mantendrá sus características por un tiempo razonable. Otros estudios que se realizan son de dureza, resistencia a sustancias químicas, al desgarre, al agarre al piso, etc.

Es importante saber que para diseñar el calzado, es necesario el empleo de equipo y programas de cómputo especializados que permitan ver una imagen en tres dimensiones,
una vez que se tenga digitalizado el patrón final, éste podrá emplearse en la elaboración
de moldes para la producción de los zapatos.